
Alba es mi segundo apellido, el de mi madre.
Cuando tuve que decidir el nombre de mi proyecto, no lo dudé ni un segundo. Quería que mi madre formara parte de esta aventura tan bonita.
Tengo 47 años y vivo entre Asturias y León, mis dos paraísos.
Durante años trabajé de ingeniera, una profesión que me enseñó a ser meticulosa, constante y a valorar el trabajo bien hecho. Elegí esa carrera profesional por vocación y aún sigue dentro de mí.
Un día, justo dos meses antes de que el mundo se detuviera por completo, tomé una decisión valiente (y un poco loca) saltando al vacío: crear mi propia marca de bolsos.
Ese momento de vértigo no lo olvidaré nunca. Había tardado años en tomar esa decisión y una pandemia me lo truncaba 🤦🏼♀️
Comenzó siendo un pequeño sueño, con más ilusión que recursos, y desde entonces ha sido un camino lleno de aprendizajes, retos… y, no te voy a engañar, también de momentos en los que me he planteado parar, incluso cerrar.
Porque no siempre es sencillo. Hay días duros. Días en los que el cansancio pesa más que la inspiración, en los que las cifras no salen, en los que la incertidumbre duele. Pero entonces, recuerdo por qué empecé y el corazón se niega a rendirse.
Me niego porque creo profundamente en lo que hago. Porque este no es solo un proyecto: es una forma de vivir, de crear con sentido, de conectar con personas como tú que valoran lo auténtico, lo hecho con alma. Porque cada mensaje que recibo, cada cliente que vuelve, cada palabra de aliento… me recuerda que vale la pena.
Así nació y así va creciendo Cristina Alba: un proyecto de reinvención personal que surgió del deseo de hacer algo que me llenara el alma. Dejé atrás la seguridad de una carrera estable para lanzarme a lo desconocido, con el corazón como brújula. Hoy, cada bolso es el resultado de ese salto al vacío, convertido en propósito.
Pienso cada mochila y cada bolso con muchísimo mimo, utilizando materiales que vienen de pequeñas tiendas, porque creo firmemente en el poder del comercio de cercanía, en la importancia de apoyar a quienes trabajan con honestidad. Me gusta saber de dónde viene cada cosa y apoyar a quienes, como yo, luchan por sacar adelante su trabajo.
Diseño pensando en ti. Escucho lo que me cuentan mis clientas, sus ideas, lo que necesitan en su día a día, y eso me ayuda a crear piezas que no solo sean bonitas, sino también cómodas y útiles. Por eso siempre digo que Cristina Alba no sólo soy yo, somos muchas personas que con su cariño forman parte de esta aventura.
Gracias por estar aquí, por apoyar otra forma de crear y consumir, por valorar lo auténtico. Esta historia también es la tuya.
"Cada pieza, una elección: por lo local, por lo justo, por lo que importa".